viernes, 8 de enero de 2010

Estamos Leyendo: La Conjura de los Necios

Ya hay opiniones rodando por ahí. No tenga miedo a compartirlas. Acuérdense que puede ser de forma anónima!

lunes, 4 de enero de 2010

El Sostén y el Participio: El País

Por: Eugenio Suárez

Hemos dejado atrás las amarguras y contrariedades de un año que a pocos les habrá parecido amable, pero quedan correteando algunas lacerantes viborillas que sería mejor desactivar, pero que, por desgracia, llevan el marchamo de la permanencia, porque se agarran a la estupidez, que es una condición muy humana. De un tiempo a esta parte aparecen en nuestro vocabulario palabras que han prendido en la moda usual. Antes solían ser expresiones cómicas, salaces, de malo, regular o buen gusto, que acaban en el olvido. Las personas muy mayores, mis contemporáneos, quizás recuerden que, para ridiculizar a una muchacha que tenía de sí misma un concepto diferente al de los demás, se la llamaba niña pitonga o niña gótica, que, por esos rebotes temporales, parece que hoy quiere decir el no va más de la vanguardia, la novedad y la cargante progresía. Es como rescatar el uso del jubón, las calzas y el miriñaque.

La palabra mágica en nuestros días es sostenibilidad, que me consta que no existía

Creo más nocivas las incomprensibles libertades que se toman con el idioma español los políticos, escritores, periodistas y quienes se dirigen a un público amplio. En cuanto a mis queridos compañeros de profesión, se hace realidad la sentencia que les considera como gente que sólo lee su artículo, en el periódico, con exclusión de todo lo demás. El que quiera llamar la atención tendrá que recurrir al insulto de alto grado de virulencia, porque siempre habrá alguien que le envía el recorte.

Como si fuera un asunto personal he llamado la atención, muchas veces, hacia las incorrecciones escatológicas de decir que un asunto, unas negociaciones, una relación "hacen aguas", porque dicho en plural significa orinar. En singular, es la metáfora del barco que se hunde por algún boquete por donde entra el mar. Pues lo encontramos incluso en titulares. Otra manía recurrente es hablar del ojo del huracán, la evaporación del agua que da lugar a un espacio sin nubes y de sorprendente calma, dándole un sentido contrario al que tiene. No es extraño que algún plumífero aluda al "fusil de caza" empuñado por un delincuente furtivo, ignorando que se trata de una escopeta. Ni tiene remedio, por mucho que se insista, la ignorancia de una elemental norma que establece que dos negaciones equivalen a una afirmación: "El señor ministro asegura que no saldremos de la crisis hasta que no se reduzca el gasto". O sea, ¡a gastar, que son dos días!

La palabra mágica en nuestros días es sostenibilidad. El adjetivo sostenible es de reciente acuñación, aceptado por los nuevos académicos de la lengua, que están dispuestos a apadrinar cualquier sonido articulado, demostrando su celo al acudir a las sesiones, porque no tienen otra cosa mejor que hacer. Me consta, porque acabo de confirmarlo, que no existía oficialmente en castellano, así que no lo busquen en el Diccionario de 1984, penúltimo o antepenúltimo de los editados por la docta casa. A nadie sorprendería que en la barra de la cafetería alguien pidiera un cortado con un croissant sostenible. Es una bobada de general aceptación. Y, ya aceptado, aparte de la obviedad de que sostenible es lo que puede sostenerse, alargan la concesión al neologismo, referido a la economía, como aquello que se mantiene sin ayuda exterior ni merma de los recursos existentes. O sea, lo contrario de lo que se usa.

Presumimos de que nuestro idioma lo hablan más de 400 millones de personas, pero no es el que utilizamos, que cada día es más pobre e inexacto. Un buen amigo, harto de intentar difundir desde la cátedra el griego y el latín, se ha prejubilado en plena juventud y se dedica a preservar el idioma, consciente de que nada va a conseguir, y me envía un correo sobre las agresiones que recibe la lengua castellana. Tomo de sus esclarecedores mensajes buena parte de ellos, pues imagino que la finalidad es la difusión de la corrección en el empleo de ese instrumento con el que deberíamos entendernos, algo que no ocurre.

Restablece la norma según la cual existen los participios activos, derivados de los tiempos verbales, y ejemplariza con el participio del verbo atacar, que es atacante; de salir, saliente; de cantar, cantante; de existir, existente... etcétera. Se pregunta cuál es el participio activo del verbo, que es el ente, o sea, el que tiene entidad. Es lo que hace que cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad para ejercer la acción que expresa el verbo hay que añadirle la partícula ente.

Así, se dice presidente a la persona que preside, pero no presidenta, porque es independiente del género. Y multiplica los ejemplos que tomo literalmente: se dice capilla ardiente, no ardienta; paciente, no pacienta; dirigente, no dirigenta. Acusa, a lo que me sumo, no sólo del mal uso del lenguaje, sino de ignorancia de la gramática española a muchos políticos y periodistas, algo que debería descalificar tajantemente a quienes muestran esa ignorancia. Es como si un farmacéutico no supiera distinguir entre paracetamol y las compresas higiénicas. Ya lo sabe, entre otros, doña Esperanza Aguirre, que no es presidenta, sino presidente de la Comunidad Autónoma de Madrid. En otros órdenes, sí estaba admitida la doble significación de algunas profesiones o estados: médica, esposa del médico o mujer que ejerce la medicina; abogada, etcétera.

domingo, 3 de enero de 2010

Próximos Encuentros

ENERO
Líder de Discusión: Francisco
Título: La Conjura de los Necios
Autor: John Kennedy Toole
Disponible en: Noctua, Kalathos (centro de arte Los Galpones), Alejandría, Entre Libros
Fecha de Discusión: Fin de semana 29 de enero de 2010

FEBRERO
Líder de Discusión: Ana Teresa
Título: El Guardián Entre el Centeno
Autor: J. D. Salinger
Disponible en: Entre Libros, Noctua,
Fecha de Discusión: TBA

Próximo Lider: Mario (vaya pensando en lo que va a escoger para que lo anuncie en el encuentro de Enero)

Las Reglas del Club

Se supone que nos regimos bajo estos principios. Siempre y cuando la razón, el alcohol y la Ciudad de la Furia lo permitan:

1. Nos reuniremos los últimos miércoles de cada mes. Hora de llegada 7:00 PM. Una vez estén presentes 6 miembros se considera que hay quórum y se abre la discusión.
2. El lugar de reunión se fijará cuando se acerque la fecha. Puede ser casa de algún miembro o en algún local que reúna las condiciones necesarias para que la discusión se lleve a cabo cómodamente.
3. Cada mes un miembro propondrá un libro para que lo lea el resto del grupo. No hay limitantes en cuanto a género. (Si la mitad más uno del círculo rechaza el libro, dicho miembro deberá proponer una alternativa).
4. Es responsabilidad de quien propone el libro hacer pequeña "presentación" sobre el mismo. No es necesario que sea un análisis literario formal, a menos que la persona desee hacerlo por iniciativa propia. Sin embargo, es importante incluir una pequeña ficha biográfica del autor y cualquier dato relevante sobre el libro, el contexto de su publicación, y cualquier dato importante sobre la estructura narrativa. No es necesario que la presentación sea extensa ni que profundice en el aspecto técnico, lo importante es que sirva como apertura para la discusión.
5. No hay requisitos para participar en las discusiones, excepto que las intervenciones y opiniones aporten al tema, libro o autor que se está discutiendo. El objetivo principal del círculo es disfrutar de la lectura y de la experiencia de discutir sobre literatura, si por cualquier motivo algún miembro no puede terminar la lectura del mes o si por simplemente no quiso hacerlo, no tiene que faltar al encuentro, se considera que tomar la decisión de no leer un libro es una opinión válida, siempre y cuando se fundamente razonablemente.
6. No se permitirá que ningún miembro prolongue su intervención más de lo necesario. Si fuese necesario se establecerá un tiempo máximo por intervención a fin de que todos los participantes puedan hacer uso de su derecho a la palabra.
7. Para incluir nuevos miembros hace falta que se abra un cupo para evitar que el grupo crezca demasiado y se hagan pesadas las discusiones. Sin embargo, el grupo está abierto a la inclusión de invitados especiales como autores, críticos o personas que por un motivo u otro se considere que tienen algo interesante que aportar para la discusión de una determinada obra. En este sentido el círculo no es cerrado.
8. Es obligatorio tomarse al menos tres copas de vino por sesión! (salvo que esté prohibido por orden médica).

Como dice Bogart al final de Casablanca: "Creo que este es el principio de una bellísima amistad."